Es una ceremonia o práctica espiritual que tiene raíces en tradiciones ancestrales de diversas culturas, especialmente las indígenas de América. Este tipo de círculo se centra en la comunicación respetuosa y el uso de la palabra como herramienta de sanación, conexión y expresión.
Elementos principales de un Círculo de la Palabra Dulce:
La Dulzura en la Comunicación: Se fomenta el uso de palabras amables, consideradas y amorosas. La dulzura no solo implica ser suave, sino también transmitir verdad con respeto y empatía.
Espacio Sagrado: El círculo se realiza en un ambiente que se consagra como sagrado, muchas veces con rituales iniciales como el encendido de una vela, el uso de incienso, o el sonido de un tambor o maraca para invocar armonía y atención.
El Bastón de la Palabra (o algún objeto simbólico): Un objeto o bastón que se pasa de persona a persona en el círculo. Solo quien sostiene el objeto tiene el turno de hablar, y el resto escucha con plena atención y sin interrupciones.
Intenciones Claras: Cada círculo puede tener una intención específica, como sanar relaciones, expresar gratitud, liberar emociones o celebrar la vida.
La Palabra como Medicina: La palabra «dulce» subraya la idea de que el lenguaje, cuando se usa con conciencia y amor, puede ser una herramienta transformadora y sanadora para quienes hablan y escuchan.
Conexión con lo Divino y la Comunidad: Además de promover la comunicación interpersonal, este tipo de ceremonia suele incluir una conexión con lo espiritual, sea a través de rezos, cantos o meditaciones.
Beneficios de un Círculo de la Palabra Dulce:
- Sanación emocional: Al poder expresarse sin juicio, los participantes pueden liberar emociones reprimidas.
- Fortalecimiento de lazos de la comunidad: Este tipo de círculo fomenta la confianza, el respeto mutuo y la conexión entre sus miembros.
- Práctica de la escucha activa: Aprender a escuchar con el corazón en lugar de solo con los oídos.
- Alineación con valores universales: Como el amor, la compasión y la autenticidad.